El compostador para el interior de la casa, el que funciona con lombrices, está diseñado a prueba de plagas comunes como moscas o roedores. El compostador para el exterior, por el contrario, es muy sencillo en su diseño, y no contempla estas protecciones.
Conscientes de que en la ciudad plagas como moscas y cucarachas son muy comunes, además de que se vuelven un problema cuando el espacio con el que se cuenta en el exterior es muy limitado, decidimos comenzar a utilizar el compostador adaptándolo para evitar que estos insectos pudieran tener acceso. La adaptación consistió en poner tela mosquitera sobre las paredes del compostador, para cubrir los huecos que sirven para ventilación. Este proceso fue fácil. Incluyo unas fotos del resultado.
En ese momentos pensábamos que estábamos bien cubiertos ante cualquier plaga que quisiera invadir nuestra composta, pero no pensamos en los roedores. Dado que el compostador está en contacto directo con el suelo, y no tiene base, cualquier animal que pueda excavar unos cuantos centímetros puede colarse. Así nos sucedió con un grupo de 3 roedores que un día llegaron a hacer de nuestro compostador parte de su guarida.
Analizando el problema decidimos hacer una nueva adaptación, ahora en la base, para que el compostador quedara protegido en esta parte sin limitar su uso. Una vez que sacamos a los roedores de la composta, utilizamos malla para cribar para hacer una base sobre el suelo, la cual anclamos con estacas. Además, en la base de las paredes del compostador grapamos este tipo de malla también, para hacer una especie de escudo que limitara la entrada de animales provenientes de debajo de la tierra.
Con estas adaptaciones logramos proteger nuestra composta de plagas no deseadas cerca de nuestra casa. Incluyo las fotos para ilustrar mejor la manera en que resolvimos el problema.


