lunes, 11 de mayo de 2009

Lombrices en tu casa


¿Sabías que puedes tener lombrices en tu casa sin necesidad de estar enfermo del estómago? Las lombrices pueden convertirse en verdaderos aliados en el reciclaje de residuos orgánicos en el hogar, además de productores de suelo de calidad. Como buenas mascotas sólo hay que darles cuidados mínimos:

- procurarles un lugar para que vivan. Este lugar deberá ser oscuro, húmedo, ventilado y deberán evitarse temperaturas extremas. Se pueden utilizar cajas o botes de plástico, o rejas de madera (de las que se usan para la verdura). Estos recipientes se acondicionan con restos de comida y periódico húmedo, además de huecos para que entre aire. Para mantener la humedad, mantén el recipiente bajo un techo y cúbrelo con restos de periódico troceado. Para evitar encharcamientos, hay que drenar los líquidos que escurren (se llaman lixiviados), los cuales son un excelente fertilizante natural para las plantas. Existen varios recipientes diseñados para esto en el mercado, los manejan proveedores de servicios de lombricultura.

- alimentarlas con la comida adecuada. Las lombrices se alimentan de organismos que degradan los residuos orgánicos, así que puedes alimentarlas con los restos de comida de tu cocina, en especial de frutas y verduras. Los lácteos y carnes no se recomiendan porque podrían desprender olores fuertes. Los restos son mejor aprovechados y más rápidamente consumidos si los troceas antes de dárselos.

Si están en condiciones adecuadas no hay mayores cuidados que proveer, y sólo tienes que ocuparte de conocer sus hábitos si quieres sacar mejor provecho. Al final del proceso obtendrás el mejor abono orgánico que existe: humus de lombriz, junto con sus lixiviados.

Las lombrices que realizan este proceso son las de la familia de lombriz roja y seguramente encontrarás un lombricultor cerca de tu lugar de residencia. Puedes empezar con un kilo de lombrices el proceso. Las lombrices viven por muchos años (15) y duplican su población cada 3 meses. Otra peculiaridad de estas lombrices es que consumen hasta su propio peso por día.

En Internet existe mucha información y tips sobre este proceso. Las palabras claves son “Lombricultura” y “Lombricomposta”. Te sorprenderás de la cantidad de personas que practican esta actividad.

En tu casa lograrás entender más sobre el ciclo de la materia orgánica, serás más consciente de lo que consumes y los residuos que se producen, además de que lograrás que tus hijos se mantengan entretenidos con esta actividad, ya que siempre es divertido ver a las lombrices y los procesos que surgen en la composta, además de cosechar tierra de donde sólo había residuos, o, como otros incorrectamente los llaman, “basura”.

¡Aviéntate! El proceso es muy limpio y seguro, además de divertido y ecológico.

Pequeño vivero en casa

En un pequeño espacio de jardín puedes tener un vivero que sirva para abastecer de plantas los jardines de la zona donde vives o para dar un poco de vida a los espacios en tu casa.

Aquí van algunas recomendaciones que te pueden servir para contar con un vivero a bajo costo en un rincón de tu casa:

1. Consigue un poco de tierra buena, dependiendo del área que quieres utilizar. La tierra buena la identificas por su color y textura (color casi negro y textura porosa, con algunos restos de material orgánico degradándose).
2. Ubica recipientes para tus plantas, dependiendo de los planes. Si sembrarás flores o arbustos, puedes utilizar macetas. Si sembrarás árboles, puedes utilizar bolsas de plástico negras o recipientes de cartón y/o plástico (reusados de empaques de leche o jugos) con pequeños huecos para drenar el agua de riego. Estos recipientes se utilizarán de manera temporal, mientras la planta se desarrolla en sus primeras etapas.
3. Recolecta semillas, bellotas o podas de las plantas de tus vecinos o de los parques cercanos a tu casa.
4. Ubica un rincón en tu jardín donde cuentes con algo de luz solar y buena ventilación para ubicar tus plantas.
Procura tener acceso a agua cerca de este lugar.
5. Siembra aquellas semillas que recolectaste dentro de los recipientes adecuados. Puedes buscar en Internet información sobre las plantas que vas a sembrar para que conozcas su capacidad de crecimiento y cuidados que requieren.
6. Para que las semillas germinen y las plantas crezcan fuertes necesitarán cuidados especiales, como riego y ventilación adecuada. Con el paso del tiempo irás aprendiendo las condiciones en las que mejor se desarrolla cada planta.
7. Cuando la planta haya crecido lo suficiente, puedes encontrarle un lugar en algún parque o pedazo de tierra desocupado para que se desarrolle ahí. Durante las primeras semanas tendrás que apoyarla a que resista el transplante.
8. Hay instrumentos que te ayudan en estas tareas. En Internet puedes encontrar insumos, utensilios y capacitación para jardinería que pueden ayudarte en esta actividad.

Cuidar y ver la variedad de vida que se genera en las plantas es una actividad muy entretenida. Te permite, además compartir con tu familia y, en especial con los niños, el cuidado de las plantas. Colaboras también a la reforestación de tu entorno y a crear cultura ecológica en tu familia y amigos.

Puedes intentar algunos experimentos muy interesantes y sorprendentes:
- ¿Te imaginas cómo se producen las piñas? Cuando cortes el penacho de una piña para consumirla, entierra la base (sólo un par de centímetros) en una maceta y riégalo. Verás que el penacho se mantiene verde, y, después de un tiempo, comenzará a crecer. Cámbialo a una maceta más grande cuando ya el espacio de la maceta que lo contiene sea desproporcionado con el tamaño que tome el penacho. Después de algún tiempo, en época de primavera, la planta se mostrará cómo se producen las piñas, es impresionante.


- ¿Quieres un árbol de aguacates? Consume un aguacate, rescata el hueso y lávalo para quitar la pulpa que pudiera quedar. Entiérralo en una bolsa con tierra, no mucho, sólo hasta que la tierra alcance a cubrir el hueso. Riégalo, como al resto de tus plantas. Puede pasar mucho tiempo y no verás respuesta, pero, cuando menos lo esperes, surgirá una pequeña rama gruesa que irá creciendo muy rápido, y que tendrá unas pequeñas hojas en la punta. Tu semilla ya germinó y podrás cuidarla hasta que se convierta en un gran árbol de aguacates.

¡Mucho éxito! y comparte tus experiencias.